¿Sabes para que naciste?
¿Sabes la razón por la que fuiste creado?
Hay
una pregunta que los cristianos siempre hacemos la cual es, ¿Cuál es la
voluntad de Dios? O ¿Cuál es el propósito de vivir? Sin embargo, la pregunta
que deberíamos hacernos es, ¿Estamos dispuestos a obedecer y seguir la voluntad
de Dios? Porque Dios no te dirá cuál es su voluntad hasta que Él vea que estás
dispuesto a obedecer, y que tienes el deseo en tu corazón de hacerlo.
Entonces, ¿Cómo puedo cumplir mi propósito en la vida?
¿Cómo puedo hacer aquello para lo cual nací? Tengo dos palabras para responder
eso: Humildad y Valentía. Si tienes estas dos cosas en tu vida, te darás cuenta
de lo maravillosa que tu vida puede ser. Tenemos que recordar que:
“Debemos ser humildes
para reconocer que solos no podemos hacer nada, y ser valientes para reconocer
que, si Dios está con nosotros, podemos hacer cualquier cosa.”
Había
un hombre que conocía esto e incluso Dios dijo que era un hombre conforme a su
corazón. Él era un hombre humilde y valiente que quería servir a Dios y cumplir
su propósito en la vida. Estoy hablando por supuesto de David, el menor de su
familia. Él no era de los hombres más fuertes, y quizá nadie pensó que él era
alguien fuerte y valiente. Su padre le había dado el trabajo de pastor de
ovejas. David cuidaba muy bien a las ovejas, pero Dios tenía algo mucho más
grande y mejor para él. Algo para lo cual David fue creado.
Un sacerdote llamado Samuel fue enviado a elegir el futuro
rey de Israel. Dios le dijo que visitara la casa de Isaí, padre de David. El
padre de David tenía 8 hijos. Había 7 que eran mayores, fuertes y luego estaba
David. Sin embargo, Samuel dijo que ninguno de los siete era el elegido. Solo
había uno que había quedado y ese era David. Pienso que todos estaban
sorprendidos que David fuera el que Dios había elegido porque él no era
exactamente alguien que lucía como rey o como un guerrero, pero como lo dije
antes, Dios conocía su corazón; Dios sabía muy bien que él iba a estar
dispuesto a cumplir el propósito de su vida.
Dios no presta atención a nuestras debilidades. Él jamás ve
nuestros recursos, o capacidades para ver si podemos hacer algo o no. Él solo
ve nuestro corazón para saber si tenemos el deseo de hacer algo para Él y
obedecer su voluntad. Eso es todo lo que Dios necesita saber; el resto depende
de Él. Él nos dará lo que necesitemos para cumplir nuestro propósito. Él nos
hace capaces de hacer grandes cosas si somos humildes y valientes.
Cierto día, un gigante apareció para desafiar a Israel con
un ejército; su nombre era Goliat. Nadie del ejército de Israel quería
enfrentarse a este gigante porque era muy grande, muy fuerte, e infundía temor.
Ni siquiera el rey de Israel de ese tiempo se atrevió a enfrentarlo. Todos
estaban asustados. Pero había en Israel alguien que era valiente, el cual era
¡David! Siendo solo un joven sin experiencia en combate, se enfrentó a este
gigante.
¿Por
qué David lo haría siendo solo un hombre joven? Bueno, él fue humilde y
valiente. No sólo él sabe él no ' t tiene la fuerza, pero también sabía que
Dios estaba con él y que podía derrotar a este gigante. Lo hizo no porque fuera
fuerte, sino porque era humilde y valiente, y eso fue solo el comienzo. Desde
entonces, le mostró al pueblo de Israel que él podría ser un rey porque Dios
estaba con él.
El desafío para usted es enfrentar a su
gigante, sus miedos porque son cosas que se encuentran entre usted y el
cumplimiento de su propósito. Por lo tanto, sé humilde y valiente, y
seguramente derrotarás cada obstáculo y enemigo en tu vida. A continuación, '
ll ser un paso más cerca de cumplir su propósito en la vida y la razón por la
que nació.
0 comentarios:
Publicar un comentario